Napster lucha por no desaparecer presentando suspensión de pagos
Era la "estrella" de la música digital, y hoy se debate "entre la vida y la
muerte". En un último suspiro, Napster ha decidido tomar la drástica decisión
de presentar suspensión de pagos como una huida hacia adelante, según las
estrategias diseñadas por Bertelsman que en mayo compraba por 8'6
millones de euros la compañía más popular de intercambio gratuito de música
por la red que llegó a acumular más de 70 millones de suscriptores.
Pero las demandas interpuestas por cinco grandes discográficas en 1999
pesan -y mucho- en la supervivencia de Napster que está afrontando un
"Plan de Rescate", tras ser declarada culpable de violar la ley de derechos de
autor. Según los datos que obran en poder de la justicia, Napster tiene que
afrontar una deuda de 101 millones de dólares, y sólo dispone de unos
activos valorados en 7'9 millones de dólares.
La declaración de bancarrota forma parte del acuerdo que los directivos de
Napster alcanzaron con el segundo grupo de comunicación y prensa más
importante de Europa: el alemán Bertelsman, hoy propietaria de Napster que
desde julio de 2001 mantiene cerrado el acceso a sus páginas por orden
judicial, y que en marzo de 2002 eliminó el 10% de su plantilla, despidiendo a
otros 30 trabajadores en abril, con lo que el personal actual de la firma es de
18 personas.
muerte". En un último suspiro, Napster ha decidido tomar la drástica decisión
de presentar suspensión de pagos como una huida hacia adelante, según las
estrategias diseñadas por Bertelsman que en mayo compraba por 8'6
millones de euros la compañía más popular de intercambio gratuito de música
por la red que llegó a acumular más de 70 millones de suscriptores.
Pero las demandas interpuestas por cinco grandes discográficas en 1999
pesan -y mucho- en la supervivencia de Napster que está afrontando un
"Plan de Rescate", tras ser declarada culpable de violar la ley de derechos de
autor. Según los datos que obran en poder de la justicia, Napster tiene que
afrontar una deuda de 101 millones de dólares, y sólo dispone de unos
activos valorados en 7'9 millones de dólares.
La declaración de bancarrota forma parte del acuerdo que los directivos de
Napster alcanzaron con el segundo grupo de comunicación y prensa más
importante de Europa: el alemán Bertelsman, hoy propietaria de Napster que
desde julio de 2001 mantiene cerrado el acceso a sus páginas por orden
judicial, y que en marzo de 2002 eliminó el 10% de su plantilla, despidiendo a
otros 30 trabajadores en abril, con lo que el personal actual de la firma es de
18 personas.
Redacción